“El Niño de la calle Ramos”
Hace tiempo conocí a un señor el cual era amigo de mi abuelo y me contó la Leyenda del bebe de la calle Ramos espero les agrade y con gusto la comparto.
Con un llanto aterrador que eriza la piel y atemoriza a los vecinos de la calle Ramos que se encuentra en el barrio del coecillo, en temporada de lluvia hace su aparición
“El Niño de la calle Ramos”
Murió entre los escombros de las lluvias que arrasaron León en 1926 cuando el agua devasto su casa, desde entonces su pequeña alma no descansa los vecinos más antiguos a esa calle no saben ni quién es esa alma ni quienes fueron sus padres, los ancianos aseguran que durante el fuerte aguacero arrasaron su humilde casa cuando el niño se encontraba solo en su interior los padre se encontraban trabajando y la madre había ido a llevar unas medicinas a su mama que se encontraba enferma y en eso fueron sorprendidos por la torrencial lluvia.
Al llegar a su casa no encontraron nada estaba todo derrumbado, buscaron a su vástago pero sus esfuerzos fueron en vano pidieron ayuda a los vecinos pero no tuvieron éxito y jamás encontraron al bebe de 3 años, luego de la tragedia los padres emigraron de la ciudad.
Desde entonces el alma del bebe empezó a vagar por las calles y sobre todo donde estaba su casa en la calle Ramos cuentan los vecinos que donde estuvo esa casa del bebe esta maldito y hasta hace poco alguien se atrevió a construir para habitar ese espacio, cada que se acerca la temporada de lluvias los vecinos se preparan para escuchar los lamentos del pequeño y sobre todo se preparan para vivir alguna desgracia ya que siempre que se escucha el llanto del bebe algo pasa ya sea a los vecinos o sus alrededores nadie ha visto nada pero si lo escuchan en especial por las madrugadas lluviosas, muchos sacerdotes han bendecido el lugar pero cada año hace su aparición él bebe.
Cuentan los vecinos que incluso él bebe se mete a diferentes casas y desaparece comida asumen que él bebe tiene hambre y se lleva la comida, cuando sucede esto dicen “Ya nos visitó el niño de la Ramos” – dicen llenos de miedo – muchos acostumbran a dejar en sus mesas leche y pan por si los visita el niño para que así no suceda alguna tragedia.
Fin.
POBRE NIÑO
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