Pues me contó mi bisabuela que ella vivió en un rancho perteneciente a León y que tenía un tío muy borrachín, entonces un día el Tío Lalo llegando de una de sus borracheras vio a su perra más querida la 'sandunga' ella siempre era una perritta mastin napolitano y se ponía de buenas al ver al tío Lalo, pero aquella noche el tío Lalo le dijo: -Sandunga sandunga me extrañaste?- A lo que la perra le puso las patas en los hombros y como si se estuviera riendo le dijo yo no soy sandunga con una voz cavernosa y del hocico le salía un hedor impresionante, los ojos de aquel animal eran sumamente diabólicos.. Y el tío Lalo empezó a gritar y a decirle maldiciones, fue tanto el susto que le dio una embolia. Al pasar de los días, el tío Lalo no podía salir a trabajar ni a beber por lo que se la pasaba en su cuarto y cuando se metía su perra al cuarto (sandunga) el cómo podía la corría por que él decía que la perra se reía de él... Hasta que un día, encontraron al tío Lalo muerto y su sandunga fiel al lado...
Cuentan que cuando enterraron al tio lalo la perrita estubo por horas en el panteon ahi donde se encontraban los restos mortales de su amo para luego desaparecer y jamas volver a la casa.
FIN.
Gracias
ResponderBorrar