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EL AUTOBUS DE LA MUERTE.


Por: Jesús Aguas



La mañana del 30 de septiembre de 1961, desde el Mercado Aldama partieron varias familias a pasar un rato agradable en compañía de los suyos a la ciudad de Guanajuato. La comitiva encabezada por Luis Gonzalez Lopez presidente de los comerciantes en pequeño de la ciudad de León y Rafael Mancilla Padilla secretario del Mercado, encabezaban el paseo.

El flamante camión Flecha Amarilla tripulado por Jose Natividad Estrada, salio de la ciudad con 66 pasajeros a bordo, los cuales jamas imaginaran que habrían de pasar y sobrevivir a una dura y difícil prueba en aquel paseo siniestro.

Después de visitar la ciudad de Guanajuuato el potente autobús subió las empinas curvas que conducen al pueblo de Santa Rosa, lugar done las familias aquellas pretendían un día de campo cobijados por las ramas de candorosos arboles. Muy tarde reaccionaron al saber que la muerte para algunos tenia otros planes.

El conductor cruzó sin novedad el primer tramo de lla sierra, librando algunas curvas, pero justo antes de tomar la correspondiente a su destino sobrevino la desgracia. El camión no respondió el intento desesperado del chófer de controlar el freno, el pedal simplemente no respondió. Ya sin nada que hacer, el motor se soltó levantando tremenda velocidad, los pasajeros que segundos antes charlaban animadamente ahora reflejaban en sus rostros y miradas expresiones de terror al ver como el camión asesino, era guiado por el diablo. El chófer asustadizo les gritó rogándoles protegerse y aferrase a sus asientos pues se iban a desarrancar. Lamentos de horror y pánico fueron escuchados antes que el camión se siguiera de frente en una ultima curva, la cual no alcanzo a librar, una de las llantas explotó y el transporte salió disparado hacia un barranco dando varias vueltas.

La tragedia hubiera sido mayor, de no ser porque alcanzó a detenerse antes de llegar totalmente al precipicio. No obstante, mató a Luis Gonzalez y Rafael Mancilla, quienes perecieron horrendamente triturados entre los hierros del camión ensangrentados. Llantos, dolor y gritos de auxilio sacudieron a la hermosa serranía ahora salpicada por sangre y duelo. Mas de 50 heridos cobró la espantosa tragedia, que llenara de luto a la Unión de Comerciantes, cuyo gremio lloró a sus difuntos acompañándoles a su ultima morada. Al menos seis personas mas, perecían en los días sucesivos al mortal camionazo. El chófer mas asustado que nadie, recibió alguna sanción, viviendo sus días arrepentido de la parte de culpa que le tocaba. Honda tragedia que conmovio al famoso mercado y a León.
FIN

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