Alma en pena de un secuestro
Quiero compartir
con ustedes algo que me sucedió varios años atrás, cuando me case mi esposo
compro una casa en la colonia Azteca, la casa no era nueva pues ya había
pertenecido a una familia anteriormente y mi esposo la adquirió en una subasta.
Mi casa no es muy
grande, pero si es bastante cómoda, desde que llegamos a vivir a esta casa mi
esposo decía que escuchaba muchos ruidos en la noche que se escuchaba como si
arañaran la pared o arrastraran una silla, la verdad como yo tengo el sueño
bastante pesado no escuchaba nada.
Cuando mi mama
nos visitaba siempre decía que mi casa era muy fría y que se sentía intranquila
en el lugar y para mi todo eso me parecía extraño pues yo me sentía muy a
gusto, en una ocasión mi hermana llego de visita, pero ella no vive aquí en
león y como se le hizo tarde le ofrecí mi casa para dormir y ya en la mañana se
regresaran a su casa.
Nosotros teníamos
una habitación ya destinada a este propósito de recibir visitas entonces le
dije cual seria la recamara para ella, pero lo curioso fue que en cuanto entro su
nena comenzó a llorar de una manera tan aterradora, ya que la niña en ese
tiempo tenia menos de un año de nacida.
Pero la verdad
nos sorprendió la manera en que lloraba parecía que veía algo ya que no quería
ni levantar la mirada, mi hermana se angustio muchísimo y no entendíamos que le
sucedía nos regresamos a la sala y nos preparábamos para llevar a la niña a
urgencias pensando en que fuera algún dolor, pero curiosamente en cuanto
salimos del pasillo en el que esta la recamara la niña ya no lloró, incluso se
quedo dormida.
Cuando la nena se
durmió regresamos a la habitación que les asigne y paso algo inesperado ya que
volvió a despertar y lloro parecía que alguien la hubiera despertado o algo por
el estilo, al ver esta reacción preferimos que ese día ella se quedara en la
recamara principal ósea la de mi esposo y mía.
Fue tan curioso
por que nosotros nos cambiamos a la de visitas y yo pues me quede dormida pero
aproximadamente a las 4 de la mañana me levante para ir al baño y mi esposo
estaba despierto, al preguntarle que por qué no se dormía me comento que él no sabía
cómo podía dormir con tanto ruido le pregunte si la niña había llorado
nuevamente lo cual negó y me dijo no fue la niña, “aquí se escucha mucho ruido
los vecinos son muy ruidosos mueven cosas en la noche siempre es lo mismo”.
Yo no le di mucha
importancia ya que no escuchaba nada, al día siguiente mi hermana se fue a su
casa y nosotros a nuestra habitación, pero cada día era lo mismo, después de
algunas semanas tuvimos una reunión en casa para celebrar el cumpleaños de mi
suegro.
Estuvieron mis
cuñados y algunos tíos de mi esposo, todo transcurrió tranquilo hasta que una
sobrina de mi esposo nos preguntó que por qué el joven que estaba en el cuarto
no había salido que quien era, nosotros corrimos con el temor de que alguien
estuviera en casa y no nos hubiéramos percatado, pero no había nadie.
Días después fue
a visitarnos una amiga que yo no sabia que vivía muy cerca de mi casa y ya que
tenía bastantes años que no la veía estuvimos cenando tranquilamente, pero
entre platicas mi esposo comenzó a decir: “¡ah! ya van a empezar con sus ruidos”
y aseguraba que los vecinos movían cosas, pero ni yo, ni mi amiga y tampoco su
esposo escuchábamos nada.
Pero mi amiga
entre bromeando nos dijo: “es el secuestrado” en ese momento se nos borró la
sonrisa y le pregunte de que hablaba ella nos comentó que esa casa entró a
subasta debido a que el gobierno la había decomisado ya que la usaron para
resguardar a personas secuestradas y un joven había muerto en el lugar ya que
su familia no pagó el rescate a tiempo.
En ese momento se
me heló el cuerpo y entendí el por qué en la habitación del fondo se escuchaban
tantos ruidos y aquel joven que la sobrina de mi esposo dijo haber visto, ahora
todo encajaba, mi esposo organizó un novenario dirigido por un amigo de la
familia el cual era párroco y aun que la verdad yo nunca e escuchado nada desde
ese día me da miedo voltear a ver la habitación o pasar fuera de esta.
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