Tétrica Experiencia en el Santuario

Quiero compartir con ustedes una anécdota, en mi familia generalmente hacemos nuestra primera comunión en el santuario ya que así se ha hecho como tradición en la familia.

Cuando me tocó a mí viví muchas cosas en el lugar, de inicio sería la primera ocasión que estaría lejos de mi familia por varios días pues nos dejaban una semana para prepararnos y después se celebraba nuestro sacramento.

Yo estaba acompañada de una celadora quien seria mi madrina, yo no la conocía muy bien ya que ella era conocida de mi mamá, pero no era algún con quien yo conviviera mucho, el caso es que durante estos días tenia poco contacto con la señora ya que en el lugar hacían varias cosas o tareas y oraciones.

En dicho lugar a mi percepción las vibras son muy fuertes o yo soy muy sensible pues cada momento sentía que alguien me seguía o escuchaba susurros cundo no tenía a nadie cerca, el torcer día en el encierro mientras dormía escuchaba algunos sollozos, pero los escuchaba un poco alejados, me gano la curiosidad de saber quien lloraba y seguí aquel ligero sonido, el cual me llevo asta el patio.

La curiosidad de saber que sucedía me llevo a encontrar el origen del sonido, se trataba de una mujer sentada a un lado de la pila de agua, se apretaba los pies y de ellos le brotaba mucha sangre, yo corrí para pedir ayuda, creo que desperté a todas las mujeres que se encontraban en el lugar.

Corrieron a ayudarme, pero para mi sorpresa cuando las dirigí a donde estaba aquella señora ya no había nadie ni un pequeño rastro de sangre ni nada que indicara que alguien estuviera herido, yo no podía explicar que había sucedido, pero cuando les conté todo, una de las celadoras me dijo precisamente por eso no queremos que salgan solas de los aposentos ya que después creen ver cosas que no existen.

Ese día me castigaron, a la noche siguiente escuche nuevamente los sollozos, desperté a una celadora de las más jóvenes porque me parecía menos enojona, quería que ella también lo escuchara y me ayudara.

Pero me dijo que no saliéramos, que ella no podía escuchar nada pero que ella alguna ocasión escucho que en esa pila había fallecido una señora que se acercó a lavar su ropa pero que la señora tenia las venas de la varis muy saltada y que se pego en el marco de la pila, reventando una de sus venas y murió desangrada ya que no alcanzaron a llegar en su auxilio.

Al escuchar esto me quede boquiabierta y helada el miedo recorrido mi piel tanto que ya no quería ni siquiera ir al sanitario sola, me daba mucho miedo ver algo más, ansiaba que los días pasaran para ya salir del lugar, pero en los días restantes trate de involucrarme mas con las niñas que al igual que yo esperábamos el día de nuestra coronación.

Mientras convivía con ellas me percate de que teníamos una compañerita que tenía algún tipo de trastorno o algo así ya que tenia comportamientos muy extraños, hablaba poco y tenía la mirada desorbitada, cuando se llegó el día tan esperado las madrinas de cada una de nosotras nos ayudaron a ponernos el ajuar para recibir el sacramento.

Mientras nos vestíamos veíamos nuestros vestidos y nos sentíamos como princesas, estábamos muy contentas ya cuando nos dirigíamos al templo para la misa la chica que era diferente a las demás comenzó a hablar muy raro la verdad no puedo explicarlo bien pues los años han pasado no sé si hablaba entre dientes o era otro idioma el caso es que se abalanzó contra otra de las niñas como si quisiera atacarla.

La otra niña se aterro y gritaba muy fuerte todas nos quedamos atónitas y no sabíamos que hacer, pero afortunadamente las celadoras pudieron detener a aquella compañera que parecía que su fuerza se había triplicado pues entre varias señoras o podían detenerla, entre gritos y tirones la alejaron del grupo.

La compañera que fue atacada fue llevada a recibir atención medica ya que entro en una crisis y al parecer tiempo después de salir del hospital falleció de leucemia, decían que esto fue causado por el susto, y de la otra chica no se que paso pues solo recuerdo que la encerraron en un cueto y escuchábamos muchos gritos, pero nadie hablo más del tema.