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Se lo llevo el Diablo "2"



Que tal amigos hoy les traigo este relato que bien pudiera ser otra versión de “Se lo llevo el Diablo” este relato me lo contó un señor que al estar sentado en una banquita del centro comenzamos a platicar y pues me contó este genial relato que espero les guste.

En alguna casa del centro de León (La demolieron con la obra del eje) “Don Chuy” hijo de una familia muy pobre, nunca fue un hombre de bien siempre mal encarado y agresivo (supongo que por la vida que le había tocado) solía robar y hacer trabajos no tan lícitos para conseguir dinero, ponerse ebrio y malgastarlo con mujeres de la vida galante siempre que estaba ebrio maldecía y renegaba por su vida tan difícil que le toco.

Muchas veces sus amigos de parranda lo escucharon invocar al diablo al que le ofrecía su alma a cambio de riqueza;

- ¿Dónde estás maldito demonio? – “aparécete quiero hacer un pacto contigo, ya no quiero ser pobre te doy mi alma por dinero, te la vendo hazme adinerado y te prometo ser por siempre tu fiel servidor” esto decía el hombre con frecuencia.

Don chuy de repente desapareció y obviamente sus amigos de parranda notaron su ausencia y se preguntaban que que pasaría con don chuy, se les hacia raro que no lo habían visto en semanas iban a buscarlo a su casa, pero les decían que no estaba, muchos decían entre risas que tal vez se lo había llevado el diablo ya que siempre que andaba borracho lo llamaba.

Muchas semanas después montado en un caballo negro y bien vestido Don chuy hizo su aparición, sus amigos no podían creer lo que miraban y hasta miedo les daba ya que se miraba imponente y con una mirada penetrante, según Don chuy había recibido una herencia y con ese dinero se había comprado un rancho por la zona sur de la ciudad ese día invito a sus amigos a tomar hasta que se perdieran de borrachos.

Con el tiempo Don chuy se empezó a ser mas raro y solitario tanto que cada vez que lo miraban pasar se persignaban y entre dientes decían que había recibido el tan anhelado pacto con el diablo y por eso ahora era rico, la mirada de Don Chuy y su caballo eran siniestras y de repente se ponía a insultar a cuanta persona se le cruzaba - “Todos aquí me hacen los mandados nadie puede contra mí, el diablo me protege” – decía retador.

Cansados de que Don chuy quien borracho les echaba encima el caballo y los amenazaba con la pistola los vecinos decidieron enfrentarlo, no lo hubieran hecho.

Los que se atrevieron a hacerle frente tiempo después los encontraban muertos a las orillas de la ciudad con expresiones de terror en el rostro.

Así pasaron las semanas y meses hasta que cierto día en la casa de Don Chuy un grito desgarrador rompió el silencio y tranquilidad ya que este gritaba “¡nooooo, nooooo! ¡Vete déjame tranquilo vete a donde perteneces te devuelvo tu dinero ya no lo quiero no deseo tratos contigo! ¡nooooo por favor noooo!”.

Al otro día lo encontraron muerto en medio de su sala su rostro era de espanto, Esa noche durante el velorio un fuerte ventarrón apago las luces de los sirios y para acabarla la luz eléctrica se fue, todo quedo en la oscuridad y mientras la gente rezaba aun mas aquella escena o mas bien aquel ambiente oscuro y con los rezos de fondo era tétrico, ya cuando volvió la tranquilidad todos los presentes quedaron atónitos al ver el ataúd ya que el cuerpo de Don chuy no estaba solo quedo la mortaja quemada y desde entonces siempre en la madrugada desde el centro al barrio arriba cuentan que se escucha el galopar de un caballo. FIN

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