La Despedida
Quiero compartir esta anécdota con ustedes
se trata de la muerte de mi abuelo, el siempre fue un hombre muy sano a pesar
de su edad no era achacoso ni quejumbroso por el contrario era muy fuerte y
bastante optimista.
El se mudó a vivir conmigo cuando mía
abuela falleció, yo vivía en Bellavista aquí en León pero el decía que no se
sentía cómodo que el extrañaba su casa, así que le propuse que nos fuéramos a
vivir a su casa pues yo vivía sola así que nos fuimos a vivir al Coecillo (a la
calle Sánchez) la verdad cuando llegamos a su casa me sentía extraña y me daba
un poco de miedo, pero pues ya habíamos puesto en renta mi casa para ayudarnos
con los gastos así que me tenía que aguantar, siempre sentía que alguien me
veía o se escuchaba que caminaban en el pasillo o en ocasiones las puertas se
cerraban solas, yo le comentaba a mi abuelo pero el decía que no pasaba nada
que a el no le tocaba ver nada.
Un día cuando desayunábamos me comentó que soñó
a mi abuela quien ya había fallecido se despertó muy contento e ilusionado dijo
que vio a la mujer de su vida que se veía muy bonita y que ella le decía que lo
extrañaba mucho y entre lagrimas decía que el también la extrañaba que le hacía
mucha falta, ese día se la paso hablando de ella y de cómo fue que se
conocieron, llego la noche y nos fuimos a dormir nos despedimos como siempre y
a la mañana siguiente me comentó que cuando despertó le pareció escuchar a mi
abuela que le hablaba como cuando le decía que ya estaba el desayuno a
diferencia del día anterior este día parecía consternado y conforme paso el día
lo vi limpiar su cuarto y me dio fotografías
junto con una cajita con varias cosas me dijo que por favor la cuidara mucho que
el se iría con su mujer por que ya se estaban extrañando le dije que no pensará
en esas cosas y después nos fuimos a dormir el se despidió como nunca lo había echo
me abrazo con fuerza y beso mi frente, esa noche no pude dormir pues las
palabras de mi viejito rondaban en mi mente al día siguiente le prepare el
desayuno y fui a tocar la puerta de su cuarto para avisarle, el aun dormía así
que no quise despertarlo pasaron un par de horas más y el no despertaba así que
fui a llamarle para que comiera algo al llegar a la puerta de su cuarto no pude
evitar sentir algo así como un miedo y se me erizo la piel llame a su puerta
varias veces pero él no respondió así que abrí la puerta, el seguía recostado
en su cama me acerque despacito mientras le hablaba pero él no respondía me detuve
a un costado de su cama y lo toque para moverlo pero el ya no dormía, simplemente
ya no respiraba y su cuerpo ya estaba muy frío.
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