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Amor de Madre (Relato)



Hola amigos Buenos días/tardes/noches en esta ocacion quiero compartirles un relato que me contaron y espero sea de su agrado saludos, la mejor de las vibras para todo este bello grupo y si les gusto denle like!!!
Hace ya algún tiempo atrás en la colonia centro vivía una mujer llamada Sara, esta mujer tenía una hija llamada valentina la cual por razones diversas no pudo continuar con su matrimonio decide divorciarse y regresar a casa de sus padres al poco tiempo de esto la señora Sara fallece por causas naturales, un infarto fulminante termino con su vida.

La tristeza inundaba a Valentina, quien no podía hallar consuelo recordando cada momento vivido al lado de su madre, como jugaban, conversaban y cuando la señora Sara la llamaba con mucho cariño diciéndole gordita, pasaron días, semanas y acabo de unos meses Valentina decide que era momento de salir adelante, de disfrutar a sus hijos, considera que es tiempo de comenzar nuevamente.
Para realizar su nueva vida decidió remodelar la casa, cambiar detalles que la ayudaran a soportar el sufrimiento y salir adelante, mientras Valentina cambiaba las cosas de un lugar a otro tenia sensaciones muy extrañas.
Valentina – Ay Diosito santo dame fuerza y valor para continuar.
Justo cuando comenzó a remodelar la sala, sentía cada vez más fuertes esas sensaciones, sentía que la observaban y un escalofrió tremendo mientras barría el salón escucho una voz muy suave.
- Gordita que estas haciendo hija.
Valentina al escuchar esta suave voz sentía la necesidad de voltear a ver de quien se trataba, quien era la persona que le avía hablado, pero resistió la curiosidad de voltear, con lágrimas en los ojos y viendo solo de reojo recordó que la única persona que la llamaba gordita era su madre.
El escalofrió se apodero de su cuerpo, apretó los ojos con fuerza y con voz quebrada entre cortada le dijo.
Valentina – Sarita te amo mucho, pero tú no estás viva estas muerta Sarita no me asustes vete, vete por favor descansa en paz te amo con todo mi corazón y siempre te recordare como la mejor madre del mundo. Descansa Sarita descansa.
Cuando abrió los ojos Sarita ya no estaba, Valentina lloro como nunca en su vida.
Cuenta Valentina que a partir de ese día sintió que su vida había tomado un nuevo rumbo y que Sarita siempre la acompañaba, ahora Valentina honra la memoria de su madre con mucho orgullo ofrendándole cada año una veladora y 60 rosas blancas para que Sarita no se sienta sola y pueda descansar en paz.

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