Una madre abandonada por sus hijos " Chabelita"

            " CHABELITA "
Hoy les contaré lo que paso allá, por la Colonia San Miguel, como siempre por respeto y discreción no daré nombres ni domicilio exacto ...Isabel fue una de las primeras que llegó a vivir a esa Colonia como en los tiempos de antes se casaban muy chicas y ella no era la excepción.  A sus escasos 15 años ya tenía ese compromiso ...fue madre de 16 hijos los cuales cuidó con amor.. pasiencia y responsabilidad como toda madre lo hace, quedando viuda muy joven tubo que trabajar para mantener a sus hijos gracias a Dios que su difunto esposo le dejo su casa ..trabajo,  planchando y lavando ajeno, púes no tenia ningún estudio.. sus hijos crecieron y se fueron a Estados Unidos; olvidándose de ese maravilloso ser su madre Chabelita, que les dio la vida y sustento. Pasaron los años entre llanto,  soledad y miedo la pobre Chabelita caminaba por las calles de su casa al templo, siempre pidiendo a Dios por sus hijos (ingratos ) entre esas calles conoció a  María, siempre la consolaba y la invitaba a almorzar un rico menudito ya que ella vendia y platicaba largas horas con ella se hicieron grandes amigas y compañía para Chabelita. Pasaron dos años y ya no se sentía tan sola, Chabelita, en compañía de su amiga María. Una mañana de invierno María,  esperaba con un platito de menudo muy calentito a Chabelita pero ella nunca regreso. Había muerto en la soledad de su casa esperando la llegada de sus hijos ...María no sabía que le había pasado a Chabelita sólo pedía a Dios que estuviera bien y que regresara pues ya le tenia un gran cariño ella y sus hijos pues la llamaban cariñosamente Abuelita ...pasó un mes y María seguia sin saber nada, hasta esa  mañana que llegaron dos hombres con papeles y preguntaron por ella; recibió la mala noticia de su querida amiga Chabelita, a muerto y le dejó a usted su casa no podía creer que su adorable amiga hubiera muerto, sola y con tanto dolor en su corazón... Hasta la fecha se sigue escuchando en esa casa sola el llanto y los rezos de una madre abandonada. (Por Cecilia Hermosillo )