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Lucas Alamàn y Escalada




Nació en Guanajuato, 1792 falleció en Ciudad de México, 1853




Historiador y político mexicano considerado el más insigne intelectual del conservadurismo mexicano. Fue, ante todo, un hombre que dedicó grandes esfuerzos al progreso económico y cultural de su país. Impulsor de la industrialización de México, para Alamán la base de la igualdad política y social del individuo era la enseñanza: "Sin instrucción no hay libertad, y, cuanto más difundida esté aquélla, tanto más sólida se hallará ésta." De ideología conservadora, se comportó en cambio como un verdadero progresista en el terreno industrial y económico. De él dijo Humboldt que era una de las inteligencias mejor cultivadas que había conocido.

Hijo de una acaudalada familia española dedicada a la minería, Lucas Alamán nació en Guanajuato el 18 de octubre de 1792. Realizó sus estudios primero en el Colegio de la Purísima Concepción de su ciudad natal y, posteriormente, en el Colegio de Minas de Ciudad de México, donde destacó en disciplinas como mineralogía, física, química y botánica.

En 1814 se trasladó a Europa para emprender un viaje por diferentes países. Visitó España, Francia (donde conoció a Napoleón Bonaparte), Italia, Escocia, Suiza, Holanda, Alemania y Bélgica. En la ciudad de Freyberg completó sus estudios sobre explotación y beneficio de minerales; en la Universidad de Gottinga llevó a cabo también estudios de minería, mientras que en la Universidad de París siguió algunos cursos de química y de ciencias naturales.

De regreso a México, fue designado secretario de la Junta de Salud Pública. Nombrado diputado por Guanajuato en las Cortes de España, viajó de nuevo a este país, donde publicó su famoso Ensayo sobre las causas de la decadencia de la minería en la Nueva España, al tiempo que elaboró un Dictamen sobre el importante ramo de la minería, que fue aprobado por unanimidad y transformado en decreto por la Junta Gubernativa del imperio de Agustín de Iturbide.

Su brillante actuación en la metrópoli, donde además defendió el plan del conde de Aranda respecto a los tronos que habrían de erigirse en México, Perú y Nueva Granada para los infantes de la casa real española y que convertirían en emperador al rey de España, hizo que se le ofreciera un puesto justo en el momento en que México proclamaba su independencia. Pero Alamán rehusó para continuar su periplo por Europa.

En 1822 se trasladó nuevamente a Francia y Gran Bretaña. En este último país fundó la Compañía Unida de Minas, que contó con un capital muy importante para la época: seis millones de pesos. Regresó a México y el triunvirato que sucedió a Iturbide tras su abdicación lo nombró secretario de Estado del Despacho de Relaciones Exteriores, cargo desde el cual organizó el Archivo General de la Nación y fundó el Museo de Antigüedades e Historia Natural.

A partir de entonces, Alamán dio comienzo a una brillante carrera política a lo largo de la cual fue nombrado diputado, senador y, por tres veces, secretario de Relaciones Exteriores. En uno de estos períodos, precisamente durante el gobierno de Anastasio Bustamante, se encargó de fijar los límites territoriales entre México y Estados Unidos, logrando que el país vecino aceptase el famoso tratado Adams-Onís. Además, consiguió que los esclavos fugados de Estados Unidos fueran considerados libres al entrar en territorio mexicano y que, por tanto, no estuvieran sujetos a las leyes de extradición.

Durante este período se produjo el episodio más controvertido de su carrera, pues fue acusado por el general Juan Álvarez y el diputado José Antonio Barragán de haber permitido la captura y posterior ejecución del anterior presidente, el general Vicente Guerrero. Lucas Alamán llevó a cabo su propia defensa y fue absuelto de las acusaciones que se le imputaban en 1834.

Hijo de una acaudalada familia española dedicada a la minería, Lucas Alamán nació en Guanajuato el 18 de octubre de 1792. Realizó sus estudios primero en el Colegio de la Purísima Concepción de su ciudad natal y, posteriormente, en el Colegio de Minas de Ciudad de México, donde destacó en disciplinas como mineralogía, física, química y botánica.

En 1814 se trasladó a Europa para emprender un viaje por diferentes países. Visitó España, Francia (donde conoció a Napoleón Bonaparte), Italia, Escocia, Suiza, Holanda, Alemania y Bélgica. En la ciudad de Freyberg completó sus estudios sobre explotación y beneficio de minerales; en la Universidad de Gottinga llevó a cabo también estudios de minería, mientras que en la Universidad de París siguió algunos cursos de química y de ciencias naturales.

De regreso a México, fue designado secretario de la Junta de Salud Pública. Nombrado diputado por Guanajuato en las Cortes de España, viajó de nuevo a este país, donde publicó su famoso Ensayo sobre las causas de la decadencia de la minería en la Nueva España, al tiempo que elaboró un Dictamen sobre el importante ramo de la minería, que fue aprobado por unanimidad y transformado en decreto por la Junta Gubernativa del imperio de Agustín de Iturbide.

Su brillante actuación en la metrópoli, donde además defendió el plan del conde de Aranda respecto a los tronos que habrían de erigirse en México, Perú y Nueva Granada para los infantes de la casa real española y que convertirían en emperador al rey de España, hizo que se le ofreciera un puesto justo en el momento en que México proclamaba su independencia. Pero Alamán rehusó para continuar su periplo por Europa.

En 1822 se trasladó nuevamente a Francia y Gran Bretaña. En este último país fundó la Compañía Unida de Minas, que contó con un capital muy importante para la época: seis millones de pesos. Regresó a México y el triunvirato que sucedió a Iturbide tras su abdicación lo nombró secretario de Estado del Despacho de Relaciones Exteriores, cargo desde el cual organizó el Archivo General de la Nación y fundó el Museo de Antigüedades e Historia Natural.

A partir de entonces, Alamán dio comienzo a una brillante carrera política a lo largo de la cual fue nombrado diputado, senador y, por tres veces, secretario de Relaciones Exteriores. En uno de estos períodos, precisamente durante el gobierno de Anastasio Bustamante, se encargó de fijar los límites territoriales entre México y Estados Unidos, logrando que el país vecino aceptase el famoso tratado Adams-Onís. Además, consiguió que los esclavos fugados de Estados Unidos fueran considerados libres al entrar en territorio mexicano y que, por tanto, no estuvieran sujetos a las leyes de extradición.

Durante este período se produjo el episodio más controvertido de su carrera, pues fue acusado por el general Juan Álvarez y el diputado José Antonio Barragán de haber permitido la captura y posterior ejecución del anterior presidente, el general Vicente Guerrero. Lucas Alamán llevó a cabo su propia defensa y fue absuelto de las acusaciones que se le imputaban en 1834.



Sus intensas actividades políticas no le impidieron emprender diferentes proyectos: sentó las bases de un instituto de historia y se preocupó por mejorar la antigua Academia de San Carlos. En 1839 propuso también el establecimiento de escuelas de arte y agricultura y, poco antes de su muerte, logró la adopción e introducción del Sistema Métrico Decimal, que fue aprobada por el gobierno siguiendo sus informes técnicos.

Aunque en la esfera política Lucas Alamán fue un conservador a ultranza, en los ámbitos industrial y económico, en cambio, se comportó como un auténtico progresista, desarrollando en ambos una amplia actividad. Además de la Compañía Unida de Minas, fundó el Banco de Avío, con el objeto de impulsar el despegue de la revolución industrial en la nación. Creó también la primera herrería de México y dos fábricas de hilados y tejidos de algodón, e introdujo en su país carneros merinos, cabras del Tíbet y caballos sementales.

La muerte lo sorprendió cuando ostentaba, por tercera vez, la cartera de Relaciones Exteriores, período en el que, además, había conseguido la creación del Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio. Lucas Alamán falleció el día 2 de junio de 1853 de una pulmonía. Dejó dos obras fundamentales: Disertaciones sobre la historia de la República Mexicana desde la época de la Conquista que los españoles hicieron a fines del siglo XV y principios del XVI de las islas y continente americano hasta la Independencia y una crónica contemporánea titulada Historia de México desde los primeros movimientos que prepararon la Independencia en el año de 1808 hasta la época presente
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