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El Espíritu del Expiatorio




Quiero compartir algo que me sucedió cuando fui a León, yo fui de visita ya que tengo familiares en la ciudad y tenia muchas ganas de conocer pues nunca en mi vida había visitado.

Al llegar nos hospedamos en un hotel en el centro, para mi suerte desde la ventana de mi habitación tenia una vista preciosa pues podía ver toda la plaza en donde esta el quiosco y también podía ver el templo expiatorio.

En este hotel solo pasamos dos días ya que mi tía ya nos tenia algunas habitaciones listas en su casa, pero yo no me quería ir con ella para no incomodar, el caso es que el segundo día en la ciudad y al ver el encanto del centro salí a caminar un poco para ver que podía comprar y sentarme en la plaza o ver los edificios.

Mientras caminaba veía cada detalle en sus construcciones, la gente que me pareció de lo más cálida, señores grandes vendiendo gorditas de trigo, dulces, semillas etc., en cada puestecito que veía quería comprar algo el caso es que en una de las jardineras que están sobre la calle 5 de febrero estaba una señora sentada abrigadita con un reboso tenia una mirada muy tierna pero algo en ella me parecía asta cierto punto estremecedor, yo me acerque a ella para ofrecerle un atole que recién había comprado y le pregunte el por que estaba solita tan tarde ella alzo la cabeza y me respondió con una voz entrecortada.

-Pues ya todos se olvidaron de mí, nadie me visita.

Me senté a un lado suyo con el plan de hacerle compañía, platicamos un rato y ella me comento que vivía muy cerca del lugar, me dijo su nombre y yo le platique que venía de Ensenada que solo estaría por unos días pero que si ella gustaba yo podía verla estos días para que me acompañara a conocer un poco o para tomarnos un atole en el jardín.

Al día siguiente yo ya me había cambiado a casa de mi tía, ella vive en el barrio de San Miguel, entonces cuando se dieron las 8 de la noche le comente que iría al centro pues tenia una cita, claro era la hora en que quede de verme con la señora, llegue al lugar y en el camino compre un café para ofrecerle uno a mi nueva amiguita, después de un par de minutos llego la señora y seguimos con nuestra conversación, ya eran casi las 11 de la noche y seguíamos conversando, entonces le comente que ya tenia que irme pues me daba un poco de miedo regresar a casa tan tarde, ella me dijo que por que no al día siguiente mejor la visitara en su casa me paso la dirección y quede en ir quizá un poco mas temprano.

A la mañana siguiente ya teníamos un plan en casa de visitar algunos lugares por ejemplo la catedral y dar un buen recorrido en el centro ya que yo solo me había limitado a unas cuantas calles, tome el papelito en el que anote la dirección de mi amiguita del centro pensando en que si se me hacía tarde yo iría a verla en lugar de regresarme a casa con la familia.

Comenzamos nuestro recorrido y vimos varios templos del centro, así como la casa de las monas en donde comimos, entonces mi prima me pregunto si ya conocía el expiatorio lo cual negué pues en realidad solo lo había visto desde el hotel los primeros días, entonces ella comento que hacían como una función de luces que nos fuéramos temprano para estar presentes, le comenté que me gustaría pasar por mi amiguita pues ya tenia el plan de verla.

Nos fuimos caminando rumbo a la dirección que tenia anotada en el papel cuando le dije esta es la calle mira señalando el letrero de la esquina, ella me respondió – a mira vamos entonces igual el templo está en esta calle, solo un poco mas adelante. Nos fijamos en la secuencia de los números pro no llegamos al templo y no dimos con el numero pues no coincidía, en ese momento recién estaba iniciando misa y entramos yo estaba maravillada con la construcción y no dejaba de tomar fotografías, al salir me pregunto mi prima si seguiríamos buscando la dirección por que aún era muy temprano para el show de las luces.

Entonces le dije que primero le daría un recorrido al exterior para seguir apreciando la belleza de la construcción, pero cual fue mi sorpresa que la llegar a una puertita en la parte trasera me encontré con mi amiguita a la cual se le ilumino la cara y de una manera muy tierna me dijo ya llegaste mientras caminaba al interior del lugar.

Al voltear a ver a mi prima ella parecía estar congelada y su rostro lucio pálido entonces me dijo ¿ella es tu amiga y vive aquí? Esta es la entrada a las catacumbas, yo le respondí que igual y solo trabajaba en el sitio, me fui tras ella caminando apresuradamente para alcanzarla, pero al llegar a un punto pensé perderla de vista, pero justo en el lugar sentí un frio escalofriante y al leer el nombre que se encontraba en la cripta quedé atónita pues se trataba del nombre que mi amiguita me dio.

Sali de manera apresurada de este sitio y le comenté a mi prima lo que sucedía ella no daba crédito pero me dijo que quizá la mujer no quería quedar en el olvido, nos regresamos a casa sin ver el espectáculo de luces pues no podíamos creer lo que paso, llegamos a casa y le platicamos a mi tía quien al día siguiente nos acompañó a llevar flores a la señora y realizamos una oración para su descanso, después de esto yo regrese a Ensenada pero cada mes hago un giro para que puedan llevarle flores a mi amiguita, que la verdad nunca olvidare en la vida.

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