Arriero en Pena

Mi abuelo me contó esta historia, comenta que para finales de la revolución el siendo apenas un niño vivieron cosas muy difíciles, pues los guerrilleros metían sus caballos a alimentarse en las tierras que ya tenían sus cosechas acabando así con el poco alimento que tenían.

Por este motivo muchas personas salían a buscar alimento algunos de ellos se alejaban demasiado de sus hogares lo que ponía sus vidas en riesgo y que según las creencias de muchos dejaban muchas almas en pena.

Cuenta que en una ocasión un arriero en la desesperación de buscar alimento para su familia se fue rumbo a cerro prieto y pudo colectar unas buenas cajas de tunas lo que le serviría para aguantar unos días más, pero cuando este ya venia de regreso fue encontrado por otro hombre el cual lo abordo con una conversación de lo más clásica, preguntando si ya había podido colectar algo de alimento a lo que el arriero le confirmo diciendo que esas tunas serian el alimento de la semana de sus hijos y su mujer.

Pero cual fue su sorpresa que aquel hombre que se había acercado a conversar con el de una manera tan amable saco un puñal clavándoselo en un costado el arriero tratando de defender su carga, con rapidez saco el mismo objeto que se encontraba enterrado en su abdomen y clavándole en diferentes ocasiones a su adversario quien callo al piso y rodo al interior de la barranca que se encontraba a su costado, quedando medio inclinado por una roca.

El arriero cogió la cuerda de su mula para intentar llegar a un lugar mas poblado en busca de ayuda afortunadamente en el camino encontró a otro arriero quien le ayudo a regresar a casa, pero este ya iba muy débil debido a la pérdida de sangre, quedando inconsciente por unos días sin poder decir lo que le había pasado, cuando el hombre por fin volvió en si les conto todo lo sucedido aquel día.

Cuando fueron a buscar el cuerpo de aquel hombre no pudieron encontrar nada mas que algunas prendas ensangrentadas que posiblemente serian del mismo, un par de meses mas tarde cuando un joven transitaba por el mismo lugar aseguro haber visto a un hombre que le dio un costalito comentándole que si lo podía entregar a su familia, el joven se lleno de asombro pues al llegar a la dirección que aquel hombre le había dado salió una mujer que apresurada abrió el costal mientras le comentaba al chico que tenia tiempo sin saber de su marido, la mujer al abrir aquel costal que le había sido entregado abrió los ojos sorprendida para después caer desmallada en el piso por la gran impresión que se llevó.

El joven al no entender lo que sucedía gritaba con fuerza repitiendo que le ayudaran, de la vivienda salió un joven que apresurado intento apoyar, al ver el costal intrigados quisieron averiguar lo que pasaba mayúscula fue su sorpresa al darse cuenta que el contenido de aquel costal era la cabeza de un hombre que según el chico que salió de la vivienda aseguraba que era su padre.

Según la historia, este hombre era aquel que en un momento intento robar la carga del arriero y se encontraba en pena esperando por regresar a su casa.