La Procesión Fantasma (Leyenda de Valle de Santiago)
Esta leyenda tiene lugar en Valle de Santiago Guanajuato, el lugar no es muy grande y tiene dos calles principales una que va de norte a sur y otra que va de este a oeste, como todos los pueblos o ciudades tienen al menos una iglesia principal.
En Valle de Santiago se dan mucho las procesiones hacia la iglesia del denominado santo (Santiago), por parte de gente de los pueblos, haciendas y rancherías circunvecinas, por lo que la gente ya está acostumbrada.
sin embargo hay una procesión muy singular que dicen pasa después de la media noche y según la creencia son almas en pena que buscan consuelo. Una chica escucho esta leyenda y quiso comprobarla así que pasó la noche en vela en su ventana que daba a la calle principal esperando ver aquello que contaban, estaba a punto de dormir cuando de repente escucho pasos, cantos y vio pasar la procesión, pero a ella no le pareció nada anormal.
Como es costumbre, algunos peregrinos que vienen de muy lejos se toman un tiempo de descanso y un peregrino se acerco a la chica para pedirle un vaso de agua lo cual la chica acepto con gusto, mientras el peregrino tomaba agua, le pidió a la chica que si podía sostener el cirio que llevaba y de repente la chica vio que el peregrino se alejaba y el le dijo que mañana regresaría por el (por el cirio), la chica lo guardó y se dispuso a dormir. Al otro día se llevo una gran sorpresa al ver que el cirio no estaba y en su lugar era un "hueso" humano al que se le conoce como canilla (Radio y Cúbito).
Asustada fue a la iglesia a pedirle ayuda al padre, el padre le dijo que tenía que cumplir con lo acordado con aquel peregrino ya que se trataba de una alma en pena y si no lo hacía ella se podía condenar. Así que la chica tuvo que cumplir lo acordado de cuidar y entregar eso al peregrino, estuvo todo el día haciendo diferentes cosas para no recordar lo que tenia que hacer llegando la noche, cuando esta llego la chica se sentó de nuevo en la ventana a esperar que pasara la procesión y así librarse de aquel macabro compromiso, al amanecer la mamá de la chica con una sorpresa terrible vio a su hija con un rictus de horror y aferrada a los barrotes de la ventana, desde ese día la chica jamás volvió a hablar y su mirada siempre estuvo perdida hasta el día de su muerte.
Muy padre la leyenda
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