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Los Pozos del Fraile



Los Pozos del Fraile, las grandes estructuras ubicadas en San Juan Bosco y que pasan desapercibidas entre la gran selva urbana de la ciudad.

De acuerdo con el relato, en la recién fundada Villa de León, se vivían tiempos violentos debido a los pueblos chichimecas que todavía residían en la región.

Los colonizadores españoles solían esclavizarlos, sin importarles que la Ley de Indias lo prohibiera, y explotarlos en las minas y los campos de cultivos. Aunque la costumbre era someterlos por seis años, había casos en los que tardaban catorce años en liberarlos.

No era de sorprender que los chichimecas respondieran violentamente, pues también eran un pueblo muy aguerrido.

En este ambiente se encontraba el Fraile Juan de Cuenca y Virúes, quien dio sepultura al primer fallecido en la Villa. Se trataba de un hombre devoto y pacifico, empeñado en educar a los bárbaros Chichimecas.

A pesar de estas cualidades, el fraile tuvo un destino cruel y sangriento.

El fraile salió una tarde a buscar a algunos chichimecas de su confianza, pero al atravesar el cerrito de la soledad, actual colonia obrera, fue emboscado por otro grupo de chichimecas rebeldes que dormitaban en unas cuevas cercanas. Estos lo flecharon y el fraile no sobrevivió.

Los atacantes huyeron y se ocultaron, todos excepto uno, que, desquiciado, avanzo hacia el cuerpo sin vida del fraile y lo apuñaló con un cuchillo de obsidiana en el pecho. Al levantarle la cabeza notó que sus ojos eran extremadamente claros y hermosos, por lo que, en medio de su delirio, se los arranco y los arrojó lejos.

Cargó el cuerpo hasta las orillas de la villa y lo abandonó.

Después regreso a buscar los ojos, pero solo encontró dos pequeños hilos de agua en los lugares donde estos habían aterrizado.

La noticia se escondió a la población debido a su naturaleza sádica y sangrienta pero cuando por fin se divulgó, la gente acudió a ver los “veneros del fraile”, como bautizaron a los caudales.

Tiempo después, se construyeron los dos pozos y la leyenda fue perdiendo impacto.

Hoy somos testigos de como los pozos han sido abandonados a la decadencia, son usados como tiradero y en las mentes de los leoneses no tienen ninguna relevancia por lo que es importante que se de a conocer la leyenda, tal vez de esta forma los “ojos del fraile” vuelvan a ser respetados



El contenido del post es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.

3 comentarios:

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